La bella durmiente , Interpretación
El cuento ha
sido objeto de interpretaciones particularmente psicológicas:
Desde un
enfoque psicoanalítico, Bruno Bettelheim sostiene que el
tema central de todas las versiones de la Bella durmiente es que los padres no
pueden evitar el despertar sexual de sus hijos. El pinchazo simboliza la
primera hemorragia menstrual (menarca). El sueño, el período
de maduración antes de estar disponible para una iniciación sexual oportuna y
también el aislamiento narcisista que conlleva a que esta no se produzca. El
beso del príncipe es tal iniciación.28
Desde el punto
de vista de la psicología analítica, el cuento es visto como la unión de dos contrarios en el
proceso de perfeccionamiento del ego. M.L. von Franz sostiene que el significado último del cuento es cómo
influye el complejo materno negativo, en el que la figura desdibujada de la
madre produce seres susceptibles, que se sienten constantemente ignorados. Así,
los 100 años de sueño representarían la dilación del inicio de la sexualidad
adulta, ocasionada por aquel exceso de susceptibilidad.29
Por su parte,
la crítica feminista ha tomado a la protagonista, condenada a la pasividad en
espera de un varón que la salve, como símbolo de la situación de la mujer en la
sociedad patriarcal.30 Autoras como Hélène
Cixous proponen
la reescritura de todas estas historias, ya que las mismas, en sus versiones
clásicas, reforzarían el sistema patriarcal. Ella misma incluso realiza una
relectura del cuento clásico que implica menoscabar tal sistema en vez de
reforzarlo. Según esta lectura, el cuento evidencia a un hombre que necesita
que la mujer sea una "muñeca", un ser bello pero manejable, ya que
para apropiarse él de la actitud activa y de la posibilidad creadora le es
preciso que la mujer esté "adormecida".31
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