Los Increíbles, Argumento
Sinopsis
La película
comienza con una secuencia de entrevistas en las que Bob Parr, Helen Parr y
Lucius Best —Mr. Increíble, Elastigirl y Frozono, respectivamente— revelan sus
percepciones sobre lo que conlleva ser un superhéroe como ellos. Poco
después, una serie de acontecimientos llevan a que la opinión pública se vuelva
contra los superhéroes; por ejemplo, la demanda interpuesta por un suicida al
que Bob había rescatado, o los daños a un monorraíl provocados por el
involucramiento de Buddy Pine —un niño que idolatra a Mr. Increíble— mientras
Bob trataba de aprehender al delincuente Bomb Voyage. Como consecuencia del
descontento social, el gobierno establece un «programa de recolocación de
superhéroes» que obliga al colectivo a llevar un estilo de vida ordinario y
prohíbe el uso de sus superpoderes.
Quince años
más tarde, Bob y Helen tienen tres niños —Violeta, Dash y Jack-Jack— y viven un
estilo de vida suburbano en Metroville. Pese a la vigencia del programa de
recolocación, y a manera de añoranza por sus días como superhéroes, Bob y
Lucius patrullan clandestinamente las calles en búsqueda de actos criminales.
Además, Bob trabaja como oficinista en una compañía de seguros bajo la
supervisión de un jefe estricto e inflexible, lo cual aumenta su descontento.
Un día, mientras atestigua un robo cercano a la oficina donde trabaja, Bob se
enoja y golpea impulsivamente a su jefe, lo cual le hace perder su empleo. Más
tarde, tras regresar a su casa, recibe un mensaje de una mujer llamada Mirage,
quien le convence de retomar su identidad como Mr. Increíble para una
misión que requiere destruir un robot en mal funcionamiento, «Omnidroide», en
la isla remota de Palos Locos. Bob engaña al robot para entrar en su interior y
desconecta su propia fuente de energía, por lo que es recompensado.
Entusiasmado
por retomar su rol como superhéroe, Bob regresa a su hogar y se somete a un
riguroso entrenamiento físico para continuar con su trabajo para Mirage durante
un par de meses. Debido al mal estado de su antiguo traje, Bob acude con la
diseñadora Edna Moda, especialista en confeccionar trajes para superhéroes, que
produce uno nuevo tanto para él como para su familia. En su siguiente visita a
Palos Locos, Bob descubre que Buddy Pine es el jefe de Mirage, cuyo
resentimiento desde que era niño hacia Mr. Increíble le ha llevado a asumir una
identidad de supervillano como «Síndrome». En el proceso, Bob se entera de su
responsabilidad en la muerte de varios superhéroes retirados a los que contrató
para enfrentarse al Omnidroide y así perfeccionarlo. El objetivo de Síndrome es
enviar un prototipo definitivo a Metroville y controlarlo para que ocasione
estragos en la ciudad hasta el momento en que él aparezca y derrote al robot,
de modo que todos lo consideren como un «héroe». Más adelante, su propuesta es
comercializar sus invenciones para que todos se conviertan en superhéroes y así
se corrompa su significado ante la sociedad. Sin embargo, consciente de que Bob
ya conoce sus intenciones perversas, Síndrome lo aprisiona en la isla. No es
sino hasta que Helen visita a Edna para preguntarle sobre el paradero de su
esposo, que esta le revela los nuevos trajes que diseñó para ella y sus hijos,
y activa una radiobaliza con la que
localizan a Bob.
Para
trasladarse a Palos Locos, Helen —en su faceta como Elastigirl— toma prestado
un avión en el que, para su sorpresa, también viajan sus hijos Violeta y Dash,
mientras que Jack-Jack se queda bajo el cuidado de una niñera adolescente en
Metroville. Síndrome recibe las transmisiones de radio generadas por Elastigirl
desde la aeronave y procede a destruirla con unos misiles, aunque ella y los niños escapan poco
antes del vehículo. Una vez a salvo, Elastigirl se infiltra en la base de
operaciones del villano y descubre las intenciones de llevar el Omnidroide a la
ciudad con ayuda de un cohete. De manera simultánea,
Dash y Violeta son perseguidos por otros robots al servicio de Síndrome.
Eventualmente la familia Parr se reencuentra en las profundidades de la isla
después de que Mirage libera a Bob debido a diferencias con la ideología de su
jefe. No obstante, Síndrome consigue capturarlos y aprisionarlos en su base de
operaciones, a la vez que mantiene en seguimiento el traslado del Omnidroide a
Metroville.
Los Parr
escapan con la ayuda de los campos de fuerza de Violeta y de Mirage, que supervisa el traslado de los
superhéroes a la ciudad por medio de otro cohete. Cuando llegan a la ciudad, se
percatan de que el Omnidroide ha desarrollado tal nivel de inteligencia artificial que se rehúsa a ser manipulado por Síndrome por medio de
un control remoto. Junto con Frozono, los héroes se unen para enfrentarse al
aparentemente invencible robot. Eventualmente engañan al Omnidroide y consiguen
que se destruya a sí mismo después de atacar su fuente de energía. Por otro
lado, cuando regresan a su casa, los Parr descubren que Síndrome tiene en su
poder a Jack-Jack tras arrebatárselo a la niñera. El villano los amenaza con
raptar al bebé pero este último activa una serie de poderes con los que ayuda a
deshacerse de Síndrome, cuya capa queda atascada en la turbina de una de sus
aeronaves y muere. Tres meses más tarde, los Parr han vuelto a su vida normal
hasta que la ciudad es atacada por un villano que se hace llamar «The
Underminer» —«El Socavador» en España y «El Subterráneo»
en Hispanoamérica—. En las escenas
finales, se muestra a la familia colocándose sus trajes para enfrentarse a la
nueva amenaza.
Temáticas
La trama
aborda fundamentalmente los vínculos familiares —que Bird catalogó como «el
mayor superpoder de todos»— así como una serie de dilemas morales que, en opinión
del cineasta: «[Tienen que ver con] cuestiones personales sobre ser un marido y
un padre, el envejecimiento, la importancia de la familia, el significado del
trabajo y lo que uno siente al pensar que está perdiendo las cosas que ama».2 Si bien al principio
Mr. Increíble prefiere ir por su cuenta a la misión central de la cinta,
«su heroísmo no tarda mucho en convertirse en su perdición. La familia
Increíble logra salvar el día solamente cuando permanecen unidos como equipo y
como familia».3
Otras
temáticas presentes en la película son «la identidad, la marginación, las
crisis de pareja, la realización personal, la unidad familiar y el efecto de la
opinión pública».4 Se muestra también el
simbolismo de la compasión en la escena donde Bob se abstiene de herir a Mirage
en un arranque de ira tras pensar que su jefe había asesinado a su familia:
«[Se] aprovecha el momento a la perfección, nos permiten ver las diferentes
personalidades en juego y entender por qué la naturaleza de Mr. Increíble
influye en la decisión de Mirage». De manera general, el filme hace ver de
forma optimista que «todos deberíamos estar dispuestos a aceptar nuestra
verdadera naturaleza», un concepto ejemplificado en el personaje de Violeta
cuya «autoaceptación le permite salir de su caparazón, y [percatarse de que] el
mundo está listo y esperándola».3 De acuerdo con José
Luis Ortega Torres, del portal web Cine Fagia: «[En Los Increíbles]
se sintetizan las diversas formas de amor y solidaridad que ya se habían
expuesto en los anteriores filmes de Pixar. Ahí están la solidaridad amistosa
de Mr. Increíble y Frozono; el cuidado de los hijos y la comprensión a su
individualidad que dará como resultado el nacimiento de una responsabilidad,
además de algo nuevo: el amor de pareja, presentado más allá de los tópicos
pasionales como una verdadera prueba de vida, mezcla de lealtad y complicidad».5 Dani Di Placido,
de Forbes, sugirió que «ninguna
película de superhéroes supera la resonancia emocional» de Los
Increíbles, en la que «superhumanos luchan con la mundanidad de la
existencia cotidiana, así como con supervillanos maliciosos, cuyos superpoderes
están realmente entrelazados con sus [respectivas] personalidades».6
El filme
incluye referencias a ciertos elementos de la cultura popular, en especial del
cine de ciencia ficción y de espionaje como es el caso de las franquicias
de Star
Wars y Matrix, así como de Spy Kids y James Bond, respectivamente.4 La escena en la que
Frozono irrumpe en una joyería —como parte de su rol clandestino como
vigilante— alude a una secuencia similar de Die Hard with a Vengeance (1995), en la que aparece el mismo
actor de voz del personaje, Samuel L. Jackson.7 Además, incorpora «huevos de pascua» que están relacionados con otras producciones de Pixar,
como Cars.8 En opinión de El País, «Los Increíbles contiene
muchas capas: comienza parodiando los códigos del cine de superhéroes para
pasar a rendir homenaje a las añejas películas de ciencia ficción de los años
cincuenta, a jugar con los emblemas de la comedia y, finalmente, a agasajar la
mítica del género».9
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