The Devil Wears Prada (película), la introducción
The
Devil Wears Prada (en España, El diablo viste de Prada y en
Hispanoamérica, El diablo viste a la moda) es una película
estadounidense del género comedia dramática dirigida por David Frankel, estrenada el 22 de
junio de 2006. Está basada en la novela homónima de la periodista Lauren Weisberger, quien a su vez se
inspiró en vivencias propias. Tanto el libro como la película son una sátira del mundo de
la moda, por lo que siguen la
línea de la película Prêt-à-porter dirigida por Robert Altman. La película fue
filmada entre octubre y diciembre de 2005 en Nueva York y París.
La
interpretación de Meryl Streep recibió excelentes críticas, y más tarde, obtuvo
nominaciones, incluyendo uno para los premios Óscar 2006, así como para el Globo de Oro como Mejor Actriz
en Comedia o Musical. Emily Blunt también llamó la atención favorable y
nominaciones, al igual que muchos de los involucrados en la producción de la
película. Si bien la reacción crítica a la película en su conjunto fue más
mesurada, fue bien recibida por el público, convirtiéndose en un éxito de
taquilla veraniego tras su estreno para el 30 de junio de 2006 en Norteamérica. El éxito comercial y
el elogio crítico por la interpretación de Meryl Streep continuó en el mercado
extranjero, con la película liderando la taquilla internacional en todo
octubre. Esta, es una de las películas con alto presupuesto en la carrera de
Streep (la segunda siendo Mamma Mia!) y la primera en la carrera de Anne Hathaway.
Aunque la
película está ambientada en el mundo de la moda, muchos diseñadores y
personajes notables evitaron aparecer como ellos mismos por temor a disgustar a
la editora de Vogue, Anna Wintour. Según las propias
palabras de la productora de la película, Wendy Finerman, ‘‘tuvimos algunos
problemas con gente que no estaba dispuesta a cooperar tanto como esperábamos’’
porque algunos estaban ‘‘asustados por lo que estábamos haciendo y los
comentarios que hacíamos sobre la moda’’. A pesar de eso, quien sí hizo una
aparición estelar en la película fue el diseñador italiano Valentino Garavani, gracias a la propia Finerman, junto a conocidas supermodelos
de la talla de Heidi
Klum o Gisele Bündchen.
La razón por
la que muchos notables de la moda evitaron inmiscuirse, fue porque Wintour está
ampliamente considerada como la inspiración que da vida al personaje de Miranda
Priestly, la terrible editora jefe de Runway. Y es que la autora
del libro, Lauren Weisberger, pasó 11 meses como asistente de Wintour en Nueva York. Según
las propias palabras de Weisberger, trabajando para Vogue aprendió
‘’el lenguaje de los tacones de aguja y de Starbucks’’, según parece, dos grandes
aficiones de Wintour. De hecho, en el documental The September Issue (R. J. Cutler, 2009), podemos escuchar a la editora
de Vogue diciendo cosas como: ‘’Este tipo de letra es enorme y
pretencioso, parece que sea para ciegos’’ o ‘’todo esto es horrible’’ y
‘’parece embarazada’’, mientras revisa las fotografías para el número de
septiembre de 2007, frases que sin duda podrían atribuirse al personaje de
Miranda Priestly. Esta creencia de que Priestly es un reflejo de Wintour se
afianza si tenemos en cuenta que su despacho en la película es curiosamente muy
similar al de la propia Wintour en Vogue.
A pesar de
todo, Wintour superó su inicial escepticismo, diciendo que le gustó la película
y el papel de Meryl
Streep en
particular. Además, demostró que definitivamente tiene sentido del humor
apareciendo en el estreno de la película vestida de Prada.
Muchos
diseñadores permitieron utilizar su ropa y accesorios para la película,
convirtiéndola en la película con vestuario más caro en la historia, utilizando
unas cien marcas diferentes. Se estima que costó alrededor de un millón de
dólares, aun cuando el presupuesto inicial era de solo cien mil dólares.
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