The Devil Wears Prada (película),Argumento
Andrea Andy Sachs
es una aspirante a periodista recién graduada de
la Universidad Northwestern. Obtiene un trabajo «por el cual un millón
de chicas matarían»: el de asistente personal junior de la fría redactora jefe Miranda Priestly,
quien controla el mundo de la moda desde su revista Runway. Miranda
es una mujer que proyecta una imagen de gerente incondescendiente, y con una
característica especial, «hace-bien-su-trabajo» y ella espera que sus
asistentes no solo la complazcan con sus múltiples caprichos, sino que lleguen
a adelantarse a los hechos, siendo hiperproactivas para poder calificarlas como
eficientes.
Andy acepta
las humillantes y excéntricas peticiones de su jefa porque se dice que si dura
un año en aquel puesto, podrá obtener el trabajo que quiera como periodista en
cualquier parte, ya que Runway es un poderoso referente.
Al principio,
Andy no encaja bien en el ambiente de la moda, rodeado de chismes y
superficialidades. Su falta de estilo, sus nulos conocimientos de moda (y de la
misma revista) y su ligera torpeza al trabajar, la hacen el blanco de burlas en
la oficina.
Su colega, la
primera asistente de Miranda, Emily Charlton, inicialmente es agresiva, pero
termina siendo condescendiente con Andy. Gradualmente, y con la ayuda del
director de arte, Nigel, quien la viste a la moda, Andrea se ajusta a su
empleo, el que le trae muchos beneficios: ropa de diseñadores importantes y
accesorios gratis. Andrea comienza a vestir con más estilo y a hacer su trabajo
competentemente. Satisface, entre otras cosas, la aparentemente imposible
petición de Miranda de conseguir para sus hijas dos copias del manuscrito del
todavía no publicado nuevo libro de Harry Potter.
Andy también
llega a conocer al joven y atractivo escritor Christian Thompson, que le
consigue el manuscrito de Harry Potter y quien podría ayudarla
en su carrera. Al mismo tiempo, la relación con sus amigos y con su novio Nate
se ve afectada debido a las constantes llamadas telefónicas a todas horas y las
exigencias caprichosas de Miranda. Al momento de ganarse la aparente estima de
Miranda por el hecho de satisfacer el asunto de los manuscritos, Andy se transforma
en una seudoesclava de esta.
Mientras
Andrea dejaba la maqueta de la revista en casa de Miranda, esta le avisa de que
Emily ya no está contemplada para que la acompañe a la Semana de la Moda
de París. Al día siguiente,
Emily es atropellada por un taxi y termina internada en un hospital. Posteriormente, Andy
discute con su novio y deciden hacer una pausa en su relación, aprovechando el
venidero viaje a Francia.
Una vez en
París, Andy se encuentra con Christian Thompson y, luego de una romántica cena,
se besan y pasan la noche juntos. A la mañana siguiente, Andy se despierta y se
da cuenta de que llega tarde a una gala. Al coger el bolso para marcharse, se
le cae una maqueta de una portada de Runway. Christian entonces le
confiesa que Miranda será reemplazada por Jacqueline Follet, la redactora jefe de la Runway francesa.
Andy hace todo lo posible para alertar a Miranda sobre esto, pero no lo
consigue.
Cuando el
diseñador James Holt decide globalizar su marca, se sabe que alguien del
personal de Runway será su socio. En un comienzo, Miranda
recomienda a Nigel para ese cargo, pero al momento de revelar la verdad
públicamente, esta nombra a Jacqueline Follet, decepcionando a Nigel. Al
culminar la reunión y mientras van en el coche, Miranda comenta a Andy que esa
decisión la tomó para no abandonar su puesto en Runway, ya que esta
se vería afectada al irse junto a ella varios fotógrafos, escritores,
diseñadores y modelos. También es sincera y le dice que, de alguna manera, se
ve reflejada en su personalidad. Entonces es cuando Andy se da cuenta de que
está dejando de ser ella misma; baja del automóvil y abandona a Miranda a la
entrada de un evento social.
De vuelta
en Nueva
York,
Andy habla con su novio, pero no llegan a formalizar su relación.
Posteriormente, le regala a Emily toda la ropa que recibió en París y se dirige
a una entrevista laboral en el diario New York Mirror, donde es
aceptada tras la recomendación que Miranda le había hecho al jefe de esa
publicación (le dijo a Andy que Miranda le había enviado un fax diciendo que
Andy, de todas sus asistentes, había sido una de sus mayores decepciones, pero
que si él no la contrataba sería un gran «idiota», y además le había amenazado
con que si no la contrataban haría de su vida un infierno, aunque el jefe en
cuestión se lo tomó con cierto humor). Finalmente, mientras Andy camina por la
calle, ve a su exjefa subiendo al automóvil a la salida de la oficina. La
saluda a lo lejos, pero esta solo la observa y no le responde. Una vez sentada
en el coche, Miranda mira a Andy caminar por Nueva York y sonríe.
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